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YAĆHACHICUY 34

TAQUI 107 Dios nos enseñó a amar

Imanuypam licachin cuyacuyninta ñatac llaquipayninta mayantapis jatun juchacta lulaluptin

Imanuypam licachin cuyacuyninta ñatac llaquipayninta mayantapis jatun juchacta lulaluptin

“Dios sumä cuyacuyninwan juchayquipi wanacunayquipä amta yanapayta munayan” (ROM. 2:4 TNM).

TEMA

Qué hacen los ancianos de la congregación para tratar de ayudar a quien ha cometido un pecado grave.

1. Mayanpis jatun juchacta lulaluptin, ¿imam pasanman avecesćhu’a?

 EN EL artículo anterior, vimos que el apóstol Pablo le dijo a la congregación de Corinto cómo atender el caso de un hombre que había cometido un pecado grave. Como no se había arrepentido, tuvieron que sacarlo de la congregación. Sin embargo, como indica el texto temático, es posible llevar a una persona al arrepentimiento (Rom. 2:4). ¿Cómo usa Jehová a los ancianos para tratar de ayudar a un pecador a arrepentirse?

2, 3. ¿Imactam lulananchic yaćhalul juc hermano jatun juchacta lulaluptin, ñatac imapïmi?

2 Supongamos que nos enteramos de que un hermano ha cometido un pecado grave, es decir, ha hecho algo por lo que podrían sacarlo de la congregación. ¿Qué deberíamos hacer en ese caso? Por supuesto, para que los ancianos puedan ayudarlo, primero tienen que conocer el asunto. Así que deberíamos animarlo a ir a los ancianos y pedirles ayuda (Is. 1:18; Hech. 20:28; 1 Ped. 5:2).

3 Pero ¿qué pasa si la persona no quiere contárselo a los ancianos? Como queremos asegurarnos de que reciba la ayuda que necesita, iríamos nosotros a hablar con ellos. Esa es una muestra de amor, porque no queremos perder a nuestro hermano. Si no cambia, dañará todavía más su amistad con Jehová y puede que también manche el buen nombre de la congregación. Por eso, aunque sea difícil, seremos valientes y hablaremos con los ancianos por amor a Jehová y al hermano (Sal. 27:14).

IMANUYPAM YANAPAN PUNTA-LÏ-YAŚHACUNACA MAYANPIS JATUN JUCHACTA LULALUPTIN

4. ¿Imapämi punta-lï-yaśhacunaca utunaculcan juc nunawan jatun juchacta lulaśhampi?

4 Cuando un hermano comete un pecado grave, el cuerpo de ancianos elige de entre ellos a tres ancianos capacitados para que formen un comité a y se reúnan con él. Ellos deben ser modestos y humildes, y reconocer que aunque tratarán de ayudarlo a arrepentirse no pueden obligarlo a cambiar (Deut. 30:19). Comprenden que no todos los pecadores reaccionan de manera positiva, como sí lo hizo el rey David (2 Sam. 12:13). Hay quienes deciden no hacer caso a los consejos de Jehová (Gén. 4:6-8). Aun así, el objetivo de los ancianos es hacer todo lo posible por llevar al pecador al arrepentimiento. ¿Qué principios guían al comité de ancianos al reunirse con la persona?

5. ¿Ima consejuctam yalpanan punta-lï-yaśhacunaca juchayü nunawan utunacul? (2 Timoteo 2:24-26; licaycuytac dibujuta).

5 Los ancianos ven al pecador como una valiosa oveja de Jehová que se ha perdido (Luc. 15:4, 6). Esto se refleja en su actitud y en su manera de hablarle y de tratarlo cuando se reúnen con él. No son duros ni severos, ni ven esa reunión como un frío procedimiento o un simple trámite. Más bien, demuestran las cualidades que se mencionan en 2 Timoteo 2:24-26 (léalo). En todo momento se comportan con amabilidad, bondad y apacibilidad para tratar de llegarle al corazón.

Al igual que los pastores de la antigüedad, los ancianos hacen todo lo posible por recuperar a las ovejas perdidas. (Vea el párrafo 5).


6. ¿Imactam lulapäcun punta-lï-yaśhacunaca manalapis utunacul juchasapa nunawan? (Romanos 2:4).

6 Los ancianos preparan su propio corazón. Tienen presentes las palabras de Pablo: “En su bondad Dios está tratando de llevarte hacia el arrepentimiento” (lea Romanos 2:4). Así que se esfuerzan por imitar la bondad con la que Jehová trata a los pecadores. Tienen que recordar que por encima de todo son pastores y que deben seguir las instrucciones y el ejemplo de Cristo (Is. 11:3, 4; Mat. 18:18-20). Antes de reunirse con el pecador, el comité le ora a Jehová para pedirle que los ayude a llevarlo al arrepentimiento. Buscan información en la Biblia y en nuestras publicaciones, y le piden a Jehová que les dé discernimiento para entender a la persona y la situación. Determinan lo que necesitan saber sobre los factores que han podido influir en la actitud y la manera de pensar y actuar de la persona (Prov. 20:5).

7, 8. ¿Imanuypam atichinman punta-lï-yaśhacunaca Jehovapa paciencianta juchasapa nunawan utunacul?

7 Los ancianos imitan la paciencia de Jehová. Tienen presente la manera como Jehová trató a los pecadores en el pasado. Por ejemplo, razonó pacientemente con Caín y le dijo que podía volver a tener su aprobación, pero le advirtió de lo que pasaría si no cambiaba (Gén. 4:6, 7). En otra ocasión, para corregir al rey David, Jehová envió al profeta Natán, y este utilizó un ejemplo para tocarle el corazón (2 Sam. 12:1-7). Además, Jehová le envió sus profetas “vez tras vez” a la desobediente nación de Israel (Jer. 7:24, 25). No esperó a que sus siervos primero se arrepintieran para después ayudarlos, sino que tomó la iniciativa y les pidió que se arrepintieran mientras todavía estaban pecando.

8 ¿Qué hacen los ancianos para seguir el ejemplo de Jehová al tratar de ayudar a quien ha cometido un pecado grave? Tal y como indica 2 Timoteo 4:2, es necesario que lo traten “con mucha paciencia”. Siempre deben controlarse y hablarle con calma para motivarlo a hacer lo que es correcto. Si los ancianos se dejaran llevar por el enojo o la frustración, la persona podría dejar de escuchar o incluso negarse a arrepentirse.

9, 10. ¿Imactam lulapäcunman punta-lï-yaśhacunaca yanapananpä juchasapa hermanucta tantiananpä?

9 Los ancianos tratan de averiguar qué pasos llevaron al hermano a cometer el pecado. Por ejemplo, ¿se ha debilitado poco a poco porque ha dejado de estudiar o predicar con regularidad? ¿Ha ido descuidando la cantidad y la calidad de sus oraciones? ¿Ha ido dejando que los malos deseos echen raíces en su interior? ¿Puede ser que las malas compañías o el entretenimiento inapropiado hayan influido en su corazón? ¿Comprende el efecto que sus decisiones y sus actos han tenido en su Padre, Jehová?

10 Los ancianos le harán al hermano preguntas bien pensadas, pero sin pedirle detalles privados innecesarios. Al tratarlo con amabilidad, lo ayudarán a expresarse con libertad y a comprender qué fue lo que le llevó a pecar (Prov. 20:5). Además, tal como hizo Natán con David, pueden utilizar ejemplos para ayudar al hermano a ver por qué lo que hizo está mal. Es posible que durante la primera reunión con él empiece a lamentar sinceramente lo que hizo o incluso se arrepienta.

11. ¿Imanuypam tratala Jesús juchayücunata?

11 Los ancianos se esfuerzan por imitar a Jesús. Por ejemplo, él le preguntó a Saulo de Tarso: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Le hizo esta pregunta tan acertada para ayudarlo a comprender que lo que estaba haciendo estaba mal (Hech. 9:3-6). Y en Apocalipsis 2:20, 21 mencionó a una tal “Jezabel” y dijo: “Le di tiempo para que se arrepintiera”.

12, 13. ¿Imactam lulapäcunman punta-lï-yaśhacunaca nunata tiempucta unanpä wanacunanpä? (Licaycuytac dibujucunata).

12 Al igual que Jesús, los ancianos no se apresuran a llegar a la conclusión de que la persona no quiere arrepentirse. Hay quienes se arrepienten durante la primera reunión con el comité, pero otros necesitan más tiempo. Así que los ancianos pueden reunirse con el pecador más de una vez. Quizás después de la primera reunión se quede pensando seriamente en lo que le han dicho y le pida perdón humildemente a Jehová en una oración (Sal. 32:5; 38:18). Puede ser que en la siguiente reunión su actitud haya cambiado por completo.

13 Para ayudar a la persona a llegar al arrepentimiento, los ancianos deben mostrar empatía y bondad. Le piden a Jehová que bendiga los esfuerzos que están haciendo, con la esperanza de que la persona recobre el juicio y se arrepienta (2 Tim. 2:25, 26).

Los ancianos pueden reunirse más de una vez con la persona que ha pecado a fin de darle tiempo para que se arrepienta. (Vea el párrafo 12).


14. Juc juchasapa nuna wanacuptin, ¿mayantaćh sulpa nichwan, ñatac imapïmi?

14 Si un pecador se arrepiente, este es un motivo para estar muy felices (Luc. 15:7, 10). Pero ¿de quién es el mérito? ¿De los ancianos? Recordemos que Pablo dijo que “quizás Dios les dé el arrepentimiento” a los pecadores (2 Tim. 2:25). Así que el mérito de este cambio tan importante de mentalidad y de actitud no es de ningún humano, sino de Jehová, que ayuda al cristiano que se ha descarriado a cambiar. A continuación, Pablo mencionó algunos de los excelentes resultados de ese arrepentimiento: lleva al pecador a conocer la verdad de manera más exacta, lo ayuda a recobrar el juicio y le permite escapar de las trampas de Satanás (2 Tim. 2:26).

15. ¿Imanuypam jinalla yanapanman punta-lï-yaśhacunaca juchasapa nunata wanaculuptin?

15 Si la persona se arrepiente, los ancianos seguirán haciéndole visitas de pastoreo para ayudarla a fortalecer su fe, a resistir las tentaciones de Satanás y a hacer rectos los caminos para sus pies (Heb. 12:12, 13). Por supuesto, los ancianos no le van a revelar a nadie detalles de lo que hizo este hermano. Pero ¿qué podría ser necesario informar a la congregación?

“LLAPANPA PUNTANĆHU ANYÄLUY”

16. ¿Mayancunactaćh nila Pablo 1 Timoteo 5:20 niśhanćhu?

16 (Lea 1 Timoteo 5:20). Pablo le dijo a Timoteo —que también era anciano— que censurara a los pecadores “delante de todos los presentes”. ¿A quiénes se refería? No necesariamente a toda la congregación, sino a los pocos hermanos que tal vez ya sepan lo que hizo el pecador, sea porque lo vieron con sus propios ojos o porque él mismo se lo confesó. De manera discreta, los ancianos les dirán solo a estos hermanos que el asunto se atendió y el pecador fue corregido.

17. Juchaca lisiśha captin congregacioncäćhu ñatac yaćhalaliptin, ¿ima anunciuctam lulan’a, ñatac imapämi?

17 En algunos casos, el pecado es ampliamente conocido en la congregación o es probable que llegue a serlo. Entonces “los presentes” serían toda la congregación. Así que un anciano le anunciaría a la congregación que el hermano o hermana ha sido censurado. ¿Para qué? Pablo explicó: “Para que sirva de advertencia a los demás” y no cometan un pecado grave.

18. ¿Imactam lulapäcun punta-lï-yaśhacunaca bautizasha hermanunchic manala 18 watayü captin jatun juchacta lulaluptin? (Licaycuytac dibujuta).

18 ¿Qué pasa si el cristiano bautizado que cometió el pecado grave tiene menos de 18 años? El cuerpo de ancianos elegirá a dos ancianos para que se reúnan con el menor y con sus padres Testigos. b Estos ancianos averiguarán qué pasos han dado ya los padres para ayudar a su hijo a hacer los cambios necesarios y arrepentirse. Si el menor tiene una buena actitud y está aceptando la ayuda de sus padres, los dos ancianos pueden decidir que no es necesario que un comité se reúna con ellos. A fin de cuentas, Dios les ha dado a los padres la responsabilidad de corregir con amor a sus hijos (Deut. 6:6, 7; Prov. 6:20; 22:6; Efes. 6:2-4). Después, los ancianos hablarán de vez en cuando con los padres para asegurarse de que el menor sigue recibiendo la ayuda que necesita. Ahora bien, ¿qué pasa si el menor bautizado no se arrepiente y se niega a cambiar? En ese caso, un comité de ancianos se reunirá con él y con sus padres Testigos.

Si un menor de edad comete un pecado grave, dos ancianos se reunirán con él y con sus padres Testigos. (Vea el párrafo 18).


‘JEHOVÁ ALLI CUYACUYNIYÜMI ÑATAC ALLI LLAQUIPAYNIYÜMI’

19. ¿Imanuypam atichin punta-lï-yaśhacunaca Jehová Diosta jatun juchacta lulacäta tratal?

19 Los ancianos que sirven en comités quieren asegurarse de mantener limpia la congregación porque es una responsabilidad que les ha dado Jehová (1 Cor. 5:7). Pero también desean hacer todo lo posible para ayudar al cristiano que ha pecado a arrepentirse, y por eso mantienen una actitud optimista y positiva. De esa manera imitan a Jehová, que es “muy cariñoso y misericordioso” (Sant. 5:11). Fijémonos en estas afectuosas palabras que el apóstol Juan escribió cuando ya era muy mayor: “Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan un pecado. Pero, si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante que está junto al Padre: Jesucristo, uno que es justo” (1 Juan 2:1).

20. ¿Imactam yaćhaśhun atïnin yaćhachicuycäćhu?

20 Lamentablemente, hay ocasiones en las que el cristiano que ha cometido un pecado grave se niega a arrepentirse. Si eso sucede, es necesario sacarlo de la congregación. ¿Cómo atienden los ancianos estos casos? Lo veremos en el último artículo de esta serie.

TAQUI 103 Nuestros pastores son un regalo de Dios

a En el pasado, llamábamos a estos grupos comités judiciales. Pero ya no los llamaremos así porque juzgar es solo una parte de su labor. A partir de ahora, los llamaremos sencillamente comités de ancianos.

b Lo que se dice sobre los padres también es aplicable a quienes sean tutores legales de un menor o tengan responsabilidad parental sobre él.