TEXTOS BÍBLICOS EXPLICADOS
Salmo 23:4 | “Aunque ande en valle de sombra de muerte”
“Aunque ande en el valle de profunda oscuridad, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo; tu vara y tu bastón me dan seguridad” (Salmo 23:4, Traducción del Nuevo Mundo).
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmo 23:4, Reina-Valera, 1960).
Significado de Salmo 23:4 a
Dios cuida y protege a sus siervos, sobre todo cuando pasan por momentos difíciles. Este versículo usa el ejemplo de un pastor que cuida a sus ovejas para explicar cómo Jehová cuida a sus siervos. b No se sienten solos cuando pasan por situaciones muy duras, situaciones que este versículo compara con un lugar oscuro y sombrío, un lugar donde su vida corre peligro. Se sienten a salvo, como si Jehová estuviera ahí mismo, a su lado.
En tiempos bíblicos, los pastores usaban su vara o garrote para proteger a las ovejas de los depredadores. También usaban su bastón o cayado —que generalmente era un palo largo con uno de los extremos curvo— para guiar a las ovejas y apartarlas del peligro. De forma parecida, Jehová es un Pastor cariñoso que protege y guía a sus siervos. Incluso en los momentos más oscuros, Jehová los cuida de muchas maneras.
Los guía y los consuela con la Biblia (Romanos 15:4).
Escucha sus oraciones y les da paz mental y emocional (Filipenses 4:6, 7).
Se vale de otros siervos suyos para animarlos (Hebreos 10:24, 25).
Les da la esperanza segura de un futuro mejor, cuando él quite todo lo que les está haciendo sufrir (Salmo 37:29; Apocalipsis 21:3-5).
Contexto de Salmo 23:4
El Salmo 23 fue escrito por David, que fue pastor en su juventud y que con el tiempo se convirtió en rey de la antigua nación de Israel (1 Samuel 17:34, 35; 2 Samuel 7:8). El salmo comienza describiendo a Jehová como un Pastor que guía, alimenta y reconforta a sus siervos, igual que lo hace un pastor con sus ovejas (Salmo 23:1-3).
En Salmo 23:4, cuando David menciona la protección que Dios da, pasa de hablar de él en tercera persona a dirigirse a él en segunda persona (tú). Ese pequeño giro destaca la relación tan cercana que David tenía con Jehová. David sabía que Dios se preocupaba por él y que conocía bien sus problemas. Por eso David no tenía miedo.
En los siguientes dos versículos del Salmo 23, la comparación cambia: los versículos 5 y 6 ya no hablan de un pastor con sus ovejas, sino de un anfitrión con sus invitados. Igual que un anfitrión generoso, Jehová trata a David como un invitado de honor. Ni siquiera los enemigos de David pueden evitar que Jehová cuide de él. David termina este salmo expresando su confianza en que la bondad y el amor de Dios lo acompañarán el resto de su vida.
Las palabras del Salmo 23 describen el gran cariño con el que Jehová cuida a sus siervos (1 Pedro 2:25).
a En algunas Biblias, este salmo es el número 22. En total hay 150 salmos. Algunas Biblias los numeran de acuerdo con el texto masorético hebreo y otras siguen la numeración de la Septuaginta griega, una traducción del texto hebreo que se completó en el siglo segundo antes de Cristo.
b La Biblia muchas veces describe a Dios —que se llama Jehová— como un tierno Pastor y compara a sus siervos con ovejas que dependen de su cuidado y protección (Salmo 100:3; Isaías 40:10, 11; Jeremías 31:10; Ezequiel 34:11-16).