LOS JÓVENES PREGUNTAN
¿Cómo puede ayudarme la Biblia? Tercera parte: Sácale el máximo provecho a la lectura de la Biblia
Cuando abras la Biblia, verás que solo hay texto. Pero ¡no te desanimes! Piensa que la Biblia es como un bufet lleno de comida. No puedes comértela toda, pero sí puedes comer lo suficiente como para quedarte satisfecho.
Si quieres sacar provecho de la lectura de la Biblia, es decir, de la “comida” espiritual, tienes que concentrarte en lo que lees. Este artículo te ayudará a hacerlo.
En este artículo veremos lo siguiente:
¿Por qué tienes que concentrarte cuando leas la Biblia?
Cuantas más ganas le pongas a la lectura de la Biblia, más provecho le sacarás. Piensa en este ejemplo: si metes una bolsita de té durante unos segundos en agua caliente, puede que le dé algo de sabor. Pero, si la dejas más tiempo, le dará mucho más sabor.
Algo parecido ocurre con la lectura de la Biblia. En vez de leerla a toda prisa, dedica tiempo a reflexionar en lo que acabas de leer. Así dejarás que tu mente y tu corazón absorban la información. Es lo que hacía el escritor del Salmo 119. Hablando de la ley de Dios, dijo: “Reflexiono en ella todo el día” (Salmo 119:97).
Claro, eso no significa que tengas que pasar todo el día leyendo la Biblia y meditando en lo que dice. La idea es esta: el salmista dedicó tiempo a pensar en la Palabra de Dios. Hacer eso le ayudó a tomar buenas decisiones (Salmo 119:98-100).
“Una vez mi madre me dijo: ‘La semana tiene siete días, y a las cosas que te gustan tú les dedicas mucho tiempo. ¿No crees que es lo justo que también le dediques algo de tiempo a Jehová?’” (Melanie).
Si tienes en cuenta los principios bíblicos, estarás mejor preparado para tomar buenas decisiones, por ejemplo, al escoger amigos o cuando tengas la tentación de hacer algo malo.
¿Qué puedes hacer para sacarle el máximo provecho a la lectura de la Biblia?
Haz un plan. Una adolescente que se llama Julia recomienda: “Haz un horario para leer la Biblia. Ten claro qué vas a leer, dónde vas a leer y cuándo vas a leer”.
Crea un buen entorno. “Busca un lugar tranquilo y dile a tu familia cuándo piensas leer la Biblia para que no te interrumpan”, sugiere una joven llamada Gianna.
Si normalmente lees en una tablet o en un teléfono, desactiva las notificaciones. Hasta podrías usar una biblia en papel. De hecho, los expertos dicen que leer en papel puede ayudarte a comprender mejor lo que lees. Por el contrario, puede resultarte más difícil concentrarte bien si lees en una pantalla.
“Me distraigo más cuando leo en una pantalla, porque no dejo de recibir notificaciones, o la batería se descarga, o el internet no funciona… Cuando leo en papel, solo me tengo que preocupar de que haya suficiente luz” (Elena).
Ora antes de empezar. Pídele a Jehová que te ayude a entender, a recordar y a aprovechar al máximo la parte de la Biblia que tengas planeado leer ese día (Santiago 1:5).
Para demostrarle a Jehová que realmente quieres lo que le pediste, investiga sobre lo que estás leyendo. ¿Cómo? Si usas la aplicación JW Library o lees la Biblia en línea, puedes darle clic a un versículo para buscar más información y artículos relacionados.
Hazte preguntas. Por ejemplo: “¿Qué me enseña este relato sobre Jehová? ¿Destaca alguna cualidad suya que pueda imitar?” (Efesios 5:1). “¿Puedo sacar alguna lección de este relato? ¿Cómo puedo usarlo en mi vida?” (Salmo 119:105). “¿Puedo utilizar lo que acabo de leer para ayudar a alguien?” (Romanos 1:11).
También pregúntate: “¿Cómo se relaciona lo que acabo de leer con el tema principal de la Biblia?”. Esta pregunta es muy importante. ¿Por qué? Porque todo lo que hay en la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, está relacionado de algún modo con eso, con cómo Jehová santificará su nombre mediante su Reino celestial, y así demostrará que tiene el derecho a gobernar y que su forma de hacerlo es la mejor.