¿Lo sabía?
¿Qué deberes tenía un centurión romano?
El Nuevo Testamento menciona a varios centuriones romanos. Por ejemplo, el oficial del ejército que dirigió la ejecución de Jesús tenía ese rango; al igual que Cornelio, el primer gentil que se hizo cristiano. El soldado que supervisó la flagelación de Pablo, así como otro soldado de nombre Julio que lo escoltó hasta Roma, eran también centuriones (Marcos 15:39; Hechos 10:1, nota; 22:25; 27:1, nota).
Un centurión tenía a su cargo una centuria. Esta constaba de entre 50 y 100 soldados. El centurión entrenaba y disciplinaba a sus hombres, revisaba su armadura y equipo, y los dirigía cuando entraban en acción.
El rango de centurión era el mayor al que podía aspirar un soldado. Quienes ocupaban este cargo eran militares de carrera que debían tener buenas cualidades de mando, pues la disciplina y la eficacia del ejército romano dependían de ellos. Según una obra de referencia, los centuriones “a menudo eran los hombres más experimentados y mejor informados del ejército”.
¿Cómo eran los espejos de tiempos bíblicos?
A diferencia de los espejos de hoy, los de tiempos bíblicos solían ser de metal muy pulido, normalmente de bronce, aunque también los había de cobre, plata, oro y electro. La primera vez que la Biblia los menciona es cuando habla de los preparativos para el tabernáculo, el primer lugar de culto de la entera nación de Israel. En esa ocasión, las mujeres entregaron sus espejos para que se fabricara una fuente con su base, ambas de cobre (Éxodo 38:8). Para hacer esos utensilios, aquellos espejos tendrían que fundirse.
Los espejos que se han encontrado en las excavaciones arqueológicas en Israel y sus alrededores han aparecido junto a joyas y otros adornos femeninos. La mayoría de ellos son ovalados y tienen mangos labrados en forma de mujer hechos de madera, metal o marfil. La parte de atrás del espejo no solía adornarse.
Los espejos de la antigüedad no reflejaban la imagen con tanta claridad como lo hacen los de hoy. Puede que haya sido por eso que el apóstol Pablo dijera: “En la actualidad vemos en contorno nebuloso por medio de un espejo de metal” (1 Corintios 13:12).