¿Qué implica conocer el nombre de Dios?
EN ALGUNOS países, la gente pone a sus hijos nombres que transmiten una idea en particular. Por lo general, el nombre elegido refleja las creencias y valores de los padres o las esperanzas que tienen puestas en el niño.
Pero esta costumbre ya existía en tiempos bíblicos. A veces, el nombre servía para indicar el papel que alguien desempeñaría en su vida. Por ejemplo, el nombre de Salomón procedía de una raíz que significa “paz” y reflejaba cuál sería su función. “Salomón es lo que llegará a ser su nombre —le dijo Jehová a su padre, David—, y paz y tranquilidad otorgaré a Israel en sus días.” (1 Crónicas 22:9.)
En otras ocasiones, Jehová le cambiaba el nombre a alguien para asignarle una nueva función. Ese fue el caso de la esposa estéril de Abrahán, a quien le puso Sara, que significa “Princesa”. ¿Por qué le dio ese nombre? Según Génesis 17:16, Jehová le dijo a Abrahán: “La bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré, y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella”. Así que para saber en qué consistía el nuevo papel de Sara, había que entender el significado de su nuevo nombre.
Centrémonos, entonces, en el nombre más importante: Jehová. ¿Tiene algún significado? Cuando Moisés le preguntó a Dios cómo se llamaba, él se identificó con esta expresión: “Yo resultaré ser lo que resultaré ser” (Éxodo 3:14). Otras versiones la traducen como “Yo seré lo que seré” o “Yo Llegaré a Ser lo que yo quiera” (Biblia del nuevo milenio, nota; The Emphasised Bible, de Rotherham). Con estas palabras, Dios nos indica que puede asumir infinidad de funciones. Para entender mejor lo que esto implica, ilustrémoslo: ¿cuántas funciones puede asumir una madre a lo largo del día? Dependiendo de lo que necesiten sus hijos, puede ejercer de enfermera, cocinera o maestra, entre otras. De modo parecido, Jehová también puede asumir multitud de funciones. Pero en su caso puede ejercer de todo lo que sea necesario para lograr lo que se proponga. Así pues, conocer el nombre de Dios implica captar y valorar los numerosos papeles que Jehová desempeña a fin de lograr su magnífico propósito para la humanidad.
Desgraciadamente, quienes no conocen lo que implica el nombre de Dios tampoco pueden conocer su maravillosa personalidad. Sin embargo, gracias a la Biblia, sabemos que él es un sabio Consejero, un poderoso Salvador y un generoso Padre, por mencionar solo unos ejemplos. ¿Verdad que nos llena de asombro darnos cuenta de todo lo que implica el nombre divino?
Aun así, no todo el mundo quiere que conozcamos el nombre de Dios. Veamos por qué.