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¿Desaparecerá algún día la Tierra?

¿Desaparecerá algún día la Tierra?

¿Desaparecerá algún día la Tierra?

“EL FIN del mundo nunca pasa de moda, al menos en los cines”, afirma el columnista John Scalzi. ¿Por qué será que este tema tiene tanto éxito? “Porque apunta directamente a nuestros miedos”, señala este periodista. ¿Qué opina usted? ¿Hay razón para temer que un día desaparezca el planeta y no quede ni rastro de vida?

Casi a diario oímos noticias de desastres naturales y sus devastadores efectos en el planeta. Y en Internet y la televisión aparecen tantas imágenes y videos con víctimas reales que muchas personas ya no ven el fin del mundo como el simple argumento de una película, sino como una auténtica amenaza.

Por si esto fuera poco, algunos científicos han propuesto teorías sobre el fin de la Tierra. ¡Hay quienes hasta le han puesto “fecha de caducidad”! Por ejemplo, según publicó una prestigiosa revista científica en marzo de 2008, dos astrónomos han predicho que, dentro de 7.590 millones de años, el Sol se tragará a la Tierra y la desintegrará (Monthly Notices of the Royal Astronomical Society).

¿Se cumplirá algún día ese pronóstico?

Una supuesta “fecha de caducidad”

La Biblia, que está inspirada por Dios, afirma: “Una generación va y otra generación viene, mas la tierra permanece para siempre” (Eclesiastés 1:4, La Biblia de las Américas). En efecto, como Jehová Dios “ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos”, esta existirá “para siempre” (Salmo 104:5). ¿Le cuesta creerlo? En ese caso, veamos por qué podemos estar seguros de que los científicos que predicen el fin del planeta están equivocados.

Pongamos un ejemplo. Muchos de los artículos que se venden en las tiendas llevan una etiqueta con una fecha de caducidad o vencimiento, ¿verdad? Pero ¿quién pone esa fecha? ¿El gerente, porque tiene mucha experiencia vendiendo el producto? Es obvio que no. Solo puede hacerlo quien mejor lo conoce: el fabricante. Y por eso confiamos en que la fecha indicada es la correcta. Pues bien, Dios declara en la Biblia que ha “fijado sólidamente la tierra” para que nunca desaparezca (Salmo 119:90). Y puesto que él es su “fabricante”, tenemos razones más que suficientes para confiar en que el planeta no tiene “fecha de caducidad”.

Pero tal vez se pregunte: “¿Y no podría ser que los seres humanos causemos daños irreversibles al planeta?”. No, eso nunca ocurrirá. A diferencia de los fabricantes humanos, Jehová es todopoderoso y puede ofrecernos una “garantía total” (Job 42:2). “Mi palabra [...] tendrá éxito seguro”, afirma de forma contundente (Isaías 55:11). Así pues, nada impedirá que el Creador cumpla su voluntad en la Tierra (Salmo 95:6). Ahora bien, ¿cuál es esa voluntad, o propósito, y cómo hará que se lleve a cabo?

Dios cumplirá su propósito mediante el Reino

Además de garantizar que la Tierra nunca será destruida, la Biblia explica que Dios la creó “para ser habitada” (Isaías 45:18). Y aunque ya hace miles de años que está habitada, el propósito de Dios incluye mucho más.

Las Escrituras revelan que Jehová es un “Dios feliz” y lo califican de “amador de la justicia” (1 Timoteo 1:11; Salmo 37:28). Por eso, también se propone conseguir que todos vivamos en un mundo donde reinen la felicidad y la justicia. ¿Cómo lo hará? Hace mucho tiempo predijo que instauraría en los cielos un Reino que gobernaría todo el planeta (Daniel 2:44). Cuando Jesús estuvo en la Tierra, habló largo y tendido sobre ese gobierno divino. Incluso enseñó a sus discípulos a pedir que viniera el Reino de Dios, pues estaba al tanto de todos los beneficios que traerá a la Tierra y a los seres humanos (Mateo 6:9, 10; 24:14). Las siguientes referencias bíblicas muestran algunos de esos beneficios:

Desaparecerán las guerras y viviremos en paz y seguridad (Salmo 46:9).

Habrá alimento más que suficiente para todos (Salmo 72:16).

Se terminarán los problemas de salud, y nadie tendrá motivo para decir: “Estoy enfermo” (Isaías 33:24).

No sufriremos por la pérdida de seres queridos, pues “la muerte no será más” (Revelación [Apocalipsis] 21:4).

Dios promete que sus siervos construirán sus propias casas, que habrá seguridad y que estarán “gozosos para siempre” (Isaías 65:17-24).

¿Verdad que todos queremos vivir en un mundo así? Pues nuestro Padre celestial también ansía que llegue el momento de cumplir sus promesas (Isaías 9:6, 7). Sin embargo, puede que usted piense: “Ya han pasado muchos siglos desde que se escribió la Biblia. ¿Por qué no se han cumplido todavía las promesas de Dios?”. Respondamos esa pregunta.

La paciencia de Dios y nuestra salvación

En realidad, “Jehová no es lento respecto a su promesa”. Al contrario, está siendo paciente porque nos ama. Por eso, la Biblia nos anima a ver “la paciencia de nuestro Señor como salvación” (2 Pedro 3:9, 15). Pero ¿qué tiene que ver la paciencia de Dios con nuestra salvación?

Él sabe que, para darles un mundo seguro y feliz a las personas buenas, primero tiene que acabar con quienes “están arruinando la tierra” (Revelación 11:18). Sin embargo, él ama a todos los seres humanos y “no desea que ninguno sea destruido”. De ahí que haya decidido ser paciente y advertir a las personas malas por medio de una campaña mundial de predicación (Ezequiel 3:17, 18). * Quienes escuchen el mensaje del Reino y obedezcan los principios divinos se salvarán y vivirán eternamente en un paraíso terrestre.

Acerquémonos a Dios

Sin duda, lo que enseña la Biblia son “buenas nuevas”, o buenas noticias (Mateo 24:14). Por un lado, Dios ha dado su palabra de que nuestro planeta existirá siempre. Por otro, ha prometido que debemos esperar “solo un poco más de tiempo, y el inicuo [o malvado] ya no será”. Muy pronto, aquellos a quienes Dios juzgue fieles “poseerán la tierra” y disfrutarán de “abundancia de paz” (Salmo 37:9-11, 29; Mateo 5:5; Revelación 21:3, 4). Mientras tanto, Dios sigue brindándonos con paciencia esta bondadosa invitación: “Diríjanse a mí y sean salvos, todos ustedes los que están en los cabos de la tierra” (Isaías 45:22). ¿Qué hará usted?

Por supuesto, esa es una decisión personal. Con todo, Salmo 37:34 aconseja: “Espera en Jehová y guarda su camino, y él te ensalzará para tomar posesión de la tierra”. Si decide acercarse a Dios, los testigos de Jehová estarán encantados de ayudarle a conocer más a fondo lo que Dios hará mediante su Reino. Y no solo eso: también podrá aprender lo que debe hacer para vivir eternamente en la Tierra bajo ese maravilloso gobierno.

[Nota]

^ párr. 21 A fin de obedecer el mandato de Jesús que aparece en Mateo 28:19, 20, más de siete millones de testigos de Jehová en 236 países y territorios pasan cada año más de 1.500 millones de horas enseñando a la gente lo que Dios va a hacer en la Tierra.

[Reconocimiento de la página 22]

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