Mito 5: María es la madre de Dios
¿Cómo se creó el mito?
“La veneración de la madre de Dios cobró auge cuando [...] los paganos se convirtieron en masa. [...] El milenario culto a la ‘gran diosa madre’ y a la ‘virgen divina’ había moldeado [la] devoción y religiosidad [de aquellos paganos conversos].” (The New Encyclopædia Britannica, 1988.)
¿Qué dice la Biblia?
“Vas a concebir [...] un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo [...]; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios.” (Cursivas nuestras; Lucas 1:31-35, Biblia de Jerusalén Latinoamericana.)
Como puede verse en este pasaje bíblico, María no fue la madre de Dios, sino del “Hijo de Dios”. La Biblia dice que ni siquiera los cielos pueden contener a Dios; entonces, ¿cómo iba a contenerlo la matriz de María? (1 Reyes 8:27.) Además, ella jamás afirmó ser la madre de Dios. Así pues, ¿a qué se debe esta confusión respecto a la identidad de María? Al mito de la Trinidad. Las bases para la devoción a María se sentaron en el año 431, cuando el Concilio de Éfeso la proclamó “Madre de Dios”, o Theotokos (en griego, “la que da a luz a Dios”). Es interesante notar que Éfeso, la ciudad donde se celebró aquel concilio, fue por siglos el centro del culto idolátrico a Ártemis, la diosa de la fertilidad.
Muchos aspectos de la veneración a María, como las procesiones, tienen su origen en la adoración de Ártemis, cuya imagen supuestamente “cayó del cielo” (Hechos 19:35). De hecho, otra práctica que se infiltró poco a poco en la doctrina cristiana fue el empleo de imágenes.
Examine estos versículos: Mateo 13:53-56; Marcos 3:31-35; Lucas 11:27, 28.
LA VERDAD:
María fue madre del Hijo de Dios. El mito de que es la Madre de Dios en realidad procede de la doctrina de la Trinidad.