Ir al contenido

Ir al índice

Alegres asambleas de “Celosos proclamadores del Reino”

Alegres asambleas de “Celosos proclamadores del Reino”

Alegres asambleas de “Celosos proclamadores del Reino”

EL MUNDO vive inmerso en continuas crisis morales, económicas y políticas. Pero, en medio de tales turbulencias, los testigos de Jehová se congregaron por todo el globo, desde mayo de 2002, para celebrar en paz su asamblea de distrito de tres días “Celosos proclamadores del Reino”.

Dichas reuniones se caracterizaron por el gozo. Hagamos un breve repaso del edificante programa bíblico que se presentó en ellas.

El primer día destaca el celo de Jesús

El tema de la primera jornada de la asamblea fue “Imitemos el celo de nuestro Señor Jesús” (Juan 2:17). El afectuoso discurso “Los proclamadores del Reino nos regocijamos de estar aquí” exhortó a los presentes a imbuirse del gozo que siempre ha distinguido a las asambleas del pueblo de Dios (Deuteronomio 16:15). Tras esta intervención se entrevistó a varios celosos predicadores de las buenas nuevas.

La conferencia “Deleitémonos exquisitamente en Jehová” analizó los primeros once versículos del Salmo 37. Nos animó a no acalorarnos por el aparente éxito de los malvados. Aunque la gente perversa difunda una imagen tergiversada de nosotros, a su debido tiempo Jehová dejará muy claro quiénes son sus siervos fieles. El discurso “Mostrémonos agradecidos” indicó cómo damos prueba de nuestra gratitud a Dios. Todos los cristianos debemos ofrecerle un “sacrificio de alabanza” (Hebreos 13:15). Claro, el tiempo que dediquemos al ministerio dependerá de nuestro agradecimiento y de nuestras circunstancias.

El discurso temático, “Proclamadores del Reino rebosantes de celo”, presentó a Jesús como el mejor ejemplo de esta cualidad. Una vez establecido el Reino celestial en 1914, los cristianos verdaderos necesitaron dicho fervor para anunciar la buena noticia. El orador se refirió a la asamblea celebrada en 1922 en Cedar Point (Ohio, EE.UU.) y nos recordó su histórico llamamiento: “Anuncien al Rey y su Reino”. Con los años, el celo de los siervos fieles de Dios los ha movido a declarar las maravillosas verdades del Reino en todas las naciones.

Por la tarde, la disertación “Seamos valerosos, pues Jehová está con nosotros” mostró que el pueblo de Dios es un blanco especial para Satanás. A pesar de la oposición que afrontamos, hallamos el valor necesario para encarar sin miedo las pruebas y tentaciones meditando en los numerosos ejemplos de fe que nos ofrecen la Biblia y la historia actual (Isaías 41:10).

A continuación vino un simposio de tres partes titulado “Las profecías de Miqueas nos dan fuerzas para andar en el nombre de Jehová”. El primer conferenciante comparó la decadencia moral, la apostasía religiosa y el materialismo de la época de Miqueas con la situación actual y dijo: “Tendremos una esperanza segura para el futuro si desarrollamos un corazón obediente, si nos aseguramos de que nuestra conducta sea santa y de que nuestra vida esté llena de hechos de devoción piadosa, y si nunca olvidamos que el día de Jehová vendrá sin falta” (2 Pedro 3:11, 12).

El segundo orador del simposio hizo hincapié en la condena que dirigió Miqueas contra los líderes de Judá, quienes habían abusado de los pobres e indefensos. Pero el profeta también predijo el triunfo de la adoración verdadera (Miqueas 4:1-5). Fortalecidos por el espíritu santo de Jehová, estamos resueltos a proclamar este reconfortante mensaje de esperanza. Ahora bien, ¿qué hay si sufrimos enfermedades u otras limitaciones? El tercer disertante señaló al respecto: “Los requisitos de Jehová son tanto razonables como alcanzables”. Luego pasó a analizar varios aspectos de Miqueas 6:8, donde leemos: “¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?”.

Dado que la decadencia moral del mundo puede afectarnos a los cristianos, todos nos beneficiamos del discurso “Mantengámonos castos protegiendo el corazón”. La castidad contribuye, entre otras cosas, a que disfrutemos de un matrimonio feliz. Los cristianos ni siquiera deberíamos acariciar la idea de entregarnos a la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:18).

La disertación “Guardémonos del engaño” indicó que lo más sabio es rehuir como veneno todas las tergiversaciones, verdades a medias y mentiras descaradas de los apóstatas (Colosenses 2:8). Igualmente, no debemos engañarnos pensando que podemos satisfacer nuestros deseos pecaminosos sin pagar terribles consecuencias.

El primer día de asamblea concluyó con el discurso “Adoremos al único Dios verdadero”. Al ir empeorando las condiciones mundiales, resulta sumamente alentador saber que Jehová pronto introducirá su nuevo mundo de justicia. ¿Quiénes vivirán en él? Únicamente sus adoradores. Para ayudarnos a nosotros, nuestros hijos y nuestros estudiantes de la Biblia a alcanzar esta meta, se presentó el nuevo manual de estudio Adoremos al único Dios verdadero, que recibimos llenos de júbilo.

El segundo día se centra en el celo por el bien

La segunda jornada giró en torno al tema “Seamos celosos por lo que es bueno” (1 Pedro 3:13). El primer orador comentó el texto bíblico del día. Subrayó el hecho de que el celo aumenta cuando realizamos un estudio serio y regular del texto diario.

A continuación tuvo lugar el simposio “Proclamadores del Reino que glorificamos nuestro ministerio”. La primera parte destacó la necesidad de manejar la Palabra de Dios correctamente (2 Timoteo 2:15). Al utilizar la Biblia con destreza, permitimos que “ejer[za] poder” en la vida de la gente (Hebreos 4:12). De ahí que debamos dirigir la atención a las Escrituras y razonar persuasivamente basándonos en ellas. La segunda parte del simposio nos instó a visitar vez tras vez a las personas interesadas en el mensaje (1 Corintios 3:6). Para darles seguimiento con prontitud es preciso prepararse bien y demostrar valor. La tercera parte recomendó que veamos a todos nuestros interlocutores como discípulos en potencia, y señaló que si les ofrecemos un estudio bíblico en la primera visita, tal vez tengamos la alegría de ayudar a algunos a hacerse discípulos.

El título del siguiente discurso fue “Por qué ‘orar incesantemente’”. La Biblia exhorta al cristiano a pedir a Dios que lo guíe en todos los aspectos de la vida. Por ello, hemos de sacar tiempo para orar en privado. Es más, tenemos que perseverar en la oración, pues Jehová tal vez permita que sigamos rogándole por algún tiempo antes de que veamos clara su respuesta (Santiago 4:8).

La intervención “Las conversaciones espirituales nos edifican” nos exhortó a valernos de la facultad del habla para el bien propio y el ajeno (Filipenses 4:8). En la familia, los cónyuges y los hijos necesitan participar cada día en conversaciones espirituales. Algo que les ayudará en este particular será esforzarse por que todos se junten a diario al menos para una comida, pues les permitirá mantener conversaciones edificantes.

El programa matinal concluyó con el alentador discurso “La dedicación y el bautismo nos conducen a la salvación”. Los candidatos al bautismo ya habían dado los pasos de adquirir conocimiento, ejercer fe, arrepentirse, volverse del pecado y dedicarse a Dios. Tras la inmersión, señaló el orador, deben mantener el crecimiento espiritual, el celo y la buena conducta (Filipenses 2:15, 16).

Por la tarde se resaltaron dos puntos en la conferencia “Seamos modestos y mantengamos el ojo sencillo”. La modestia implica una opinión realista sobre nuestras limitaciones y nuestra posición ante Dios, y nos ayuda a mantener el ojo “sencillo”, es decir, centrado en el Reino de Dios, y no en los bienes materiales. Con esta actitud, no tenemos por qué inquietarnos, pues Jehová cubrirá nuestras necesidades (Mateo 6:22-24, 33, 34).

El siguiente orador mostró por qué es lógico que “Confiemos plenamente en Jehová en tiempos de angustia”. ¿Cómo lograremos afrontar las flaquezas personales, así como los problemas económicos, de salud o de otra índole? Roguémosle a Jehová que nos conceda sabiduría práctica y pidamos ayuda a otros. En vez de ceder al pánico o desesperarnos, fortalezcamos nuestra confianza en Dios leyendo su Palabra (Romanos 8:35-39).

El último simposio de la asamblea se titulaba “La calidad de nuestra fe se pone a prueba en diversas situaciones”. La primera parte nos recordó que todos los cristianos verdaderos se enfrentan a la persecución y que esta da testimonio, fortalece nuestra fe y nos permite demostrar lealtad a Dios. Si bien no ponemos en peligro la vida innecesariamente, nunca debemos recurrir a medios antibíblicos para evitar la persecución (1 Pedro 3:16).

El segundo orador del simposio contestó preguntas referentes a la neutralidad. Aunque los primeros cristianos no eran pacifistas, reconocían que, ante todo, tenían que ser leales a Dios. Hoy es igual, pues los testigos de Jehová mantienen con firmeza este principio: “Ustedes no son parte del mundo” (Juan 15:19). En vista de que pueden plantearse de improviso situaciones que pongan a prueba nuestra neutralidad, las familias hacen bien en dedicar tiempo a repasar las pautas bíblicas sobre este asunto. Como indicó el tercer segmento del simposio, el objetivo de Satanás no es necesariamente matarnos, sino presionarnos para que transijamos. Alabaremos a Jehová si soportamos fielmente las burlas, las incitaciones a la inmoralidad, las heridas emocionales y los padecimientos físicos.

La afectuosa invitación “Acerquémonos a Jehová” dio título a la última intervención de la jornada. Nos sentimos atraídos a Jehová cuando llegamos a entender sus atributos cardinales. Él se vale de su infinito poder para brindar a su pueblo protección, sobre todo de carácter espiritual. Su justicia no es implacable, sino que le lleva a ofrecer vida eterna a todo el que vive con rectitud. Su sabiduría resulta evidente por el modo en que utilizó a seres humanos imperfectos para escribir la Biblia. Con todo, su cualidad más atrayente es el amor, que le impulsó a adoptar las medidas necesarias para salvar a la humanidad mediante Jesucristo (Juan 3:16). La disertación concluyó con la presentación de la alentadora obra Acerquémonos a Jehová.

El tercer día hace hincapié en el celo por las obras excelentes

El tema de la tercera jornada de la asamblea fue “Un pueblo celoso de obras excelentes” (Tito 2:14). El análisis que hizo una familia del texto diario le dio un buen comienzo al día. A continuación se pronunció el discurso “¿Depositamos nuestra confianza en Jehová?”. Las naciones han cifrado mal su confianza, pues se apoyan en su propia sabiduría y fortaleza. Sin embargo, los siervos de Jehová son valientes y gozosamente confían en él a pesar de las calamidades que los rodean (Salmo 46:1-3, 7-11).

La intervención “Joven, planifica tu futuro con la organización de Jehová” analizó esta pregunta: ¿cómo pueden los jóvenes sacarle el máximo partido a la vida? No lo logran yendo en pos del dinero, las posesiones o el prestigio. Nuestro Creador les exhorta amorosamente a acordarse de él en su mocedad. El orador entrevistó a varios hermanos que trabajaron (o trabajan) con empeño en el servicio cristiano durante esa etapa de la vida, y pudimos constatar lo satisfechos que estaban. Sumamente útil fue el nuevo tratado que recibimos, Joven, ¿qué harás con tu vida?, preparado para ayudar a los Testigos jóvenes a poner los cimientos de un futuro eterno junto con la organización de Jehová.

A continuación, el cautivador drama bíblico “Mantengámonos firmes en tiempos turbulentos” escenificó la larga carrera de Jeremías desde su juventud hasta la destrucción de Jerusalén, que con tanto celo había anunciado. El profeta se sentía inadecuado para su misión, pero la cumplió a pesar de sus oponentes, y Jehová lo libró de ellos (Jeremías 1:8, 18, 19).

Tras el drama vino la conferencia “Seamos como Jeremías: proclamemos sin temor la palabra de Dios”. Hoy, los proclamadores del Reino suelen ser víctimas de la desinformación y la propaganda maliciosa (Salmo 109:1-3). Pero, como Jeremías, superaremos el desánimo si nos deleitamos en la Palabra de Jehová. Estamos seguros de que quienes luchan contra nosotros no prevalecerán.

La conferencia pública, titulada “La escena de este mundo está cambiando”, no pudo ser más oportuna, pues vivimos cambios espectaculares. La Biblia predice que tales condiciones, entre las que menciona la proclamación de “paz y seguridad”, conducirán al terrible día de juicio de Dios, que traerá consigo cambios maravillosos, como el fin de las guerras, la delincuencia, la violencia e incluso las enfermedades (1 Tesalonicenses 5:3). Por consiguiente, en vez de confiar en el orden de cosas actual, ahora es el momento de vivir con devoción piadosa y castidad.

El repaso semanal de la lección de La Atalaya fue seguido por el discurso de cierre de la asamblea, “Abundemos en obras excelentes como celosos proclamadores del Reino”. El disertante indicó de qué maneras nos había estimulado el programa en sentido espiritual y nos animó a confiar en Jehová. Concluyó exhortándonos a mantener la pureza y el amor mientras servimos como celosos proclamadores del Reino de Dios (1 Pedro 2:12).

Con una actitud semejante a la de los siervos de Jehová contemporáneos de Nehemías, volvimos a casa muy contentos por las bendiciones espirituales que recibimos en las Asambleas de Distrito “Celosos proclamadores del Reino” (Nehemías 8:12). ¿Y en el caso de usted? ¿No ha acrecentado esta emocionante asamblea su gozo y su resolución de seguir siendo un celoso proclamador del Reino?

[Ilustración y recuadro de la página 23]

Nuevo manual de estudio

Al finalizar el primer día de asamblea, los presentes recibimos con entusiasmo el anuncio del nuevo libro Adoremos al único Dios verdadero, preparado para estudiarse después de la obra El conocimiento que lleva a vida eterna. Sin duda fortalecerá la fe de quienes se encuentren “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hechos 13:48).

[Reconocimiento]

Imagen de la cubierta del libro: U.S. Navy photo

[Ilustraciones y recuadro de la página 24]

Ayuda para acercarse a Dios

En el discurso de cierre del segundo día de asamblea se presentó el libro Acerquémonos a Jehová, que contiene cuatro secciones principales, cada una de las cuales analiza uno de los atributos cardinales de Jehová: poder, justicia, sabiduría y amor. Cada sección incluye un capítulo que presenta ejemplos vívidos de cómo demostró Jesús dichas cualidades divinas. El principal objetivo de esta nueva publicación es ayudarnos tanto a nosotros como a nuestros estudiantes de la Biblia a forjar una relación cada vez más estrecha con Jehová Dios.

[Ilustraciones y recuadro de la página 26]

Orientación espiritual para la juventud

El tercer día de asamblea se destacó por la presentación de un tratado especial titulado Joven, ¿qué harás con tu vida?, cuya finalidad es ayudar a los Testigos jóvenes a tomar buenas decisiones sobre su futuro. Para ello les ofrece consejos bíblicos referentes a cómo labrarse una carrera eterna en el servicio de Jehová.