¿Le está haciendo daño el amor al dinero?
¿Le está haciendo daño el amor al dinero?
¿QUÉ haría usted si de la noche a la mañana se volviera muy rico? ¿Se tomaría las cosas con más calma para poder disfrutar de la vida? ¿Dejaría el trabajo y pasaría más tiempo con su familia y amigos? ¿Emprendería alguna labor que de verdad le gustara? Curiosamente, muchos individuos que han adquirido una gran fortuna no hacen ninguna de tales cosas. Más bien, dedican el resto de sus días a ganar más dinero, ya sea para pagar sus nuevas deudas o simplemente para hacerse aún más ricos.
No obstante, algunas de tales personas se han dado cuenta de que su estilo de vida materialista ha repercutido en su salud y en sus relaciones familiares, así como en la personalidad de sus hijos. Recientemente han salido varios libros, artículos de prensa, programas televisivos y videos que previenen contra dar excesiva importancia al dinero y fomentan lo que se ha dado en llamar una vida de “simplicidad voluntaria”. Varias fuentes señalan que las ambiciones materialistas perjudican la salud mental, emocional e incluso física.
La preocupación por los peligros del materialismo no es nueva ni mucho menos. Hace casi dos mil años, la Biblia afirmó: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores” (1 Timoteo 6:9, 10).
Pero ¿es eso cierto? ¿Realmente salen perjudicados quienes solo piensan en ganar dinero y adquirir bienes materiales? ¿O, por el contrario, lo tienen todo: salud, dinero y una familia feliz?