Desempleados de la noche a la mañana
Desempleados de la noche a la mañana
“Mi despido me cayó como un jarro de agua fría. Mi amor propio se vino abajo.”—Tony, de Alemania.
“Fue como si me hubieran puesto una enorme carga encima. Estaba criando sola a mis dos hijos y no sabía cómo iba a alimentarlos y pagar todos los gastos.”—Mary, de la India.
“Me desanimé mucho cuando perdí mi empleo. Tenía miedo de no poder conseguir otro.”—Jaime, de México.
MILLONES de personas de todo el mundo están en la misma situación que Tony, Mary y Jaime. A finales del siglo pasado, el 10% de la población activa de Europa y Asia central estaba desempleada, lo que representa un total de 23.000.000 de personas. En algunos países menos desarrollados, más de una cuarta parte de los que están en edad laboral carecen de empleo. En Estados Unidos “se han perdido casi dos millones seiscientos mil puestos de trabajo en los últimos veintiocho meses”, señaló The New York Times en julio de 2003.
En muchos países, la búsqueda de empleo no es una tarea fácil. Por ejemplo, todos los años invade el mercado laboral una marea de universitarios y estudiantes de enseñanza media recién graduados. Pero tener un título universitario o una formación especializada no garantiza que se vaya a encontrar el empleo deseado. Por eso, hoy día la gente suele cambiar de trabajo varias veces durante su vida. Hay quienes incluso tienen que cambiar por completo de profesión.
Si usted queda desempleado, ¿qué puede hacer para mejorar las posibilidades de conseguir un empleo? Y una vez que lo haya encontrado, ¿cómo puede conservarlo?