‘Nuestro mundo sería diferente’
‘Nuestro mundo sería diferente’
El intento de cancelar una asamblea de distrito de los testigos de Jehová en Moscú en agosto del año pasado atrajo considerable atención del público (véanse detalles en las págs. 27, 28). Andrei Zolotov, hijo, escribió en el periódico The Moscow Times, del 21 de agosto de 1999, que “Vladimir Kozyrev, vicedirector del complejo deportivo, dijo que la administración no estaba en contra de que se celebrara el congreso de los testigos de Jehová, y que no sabía de dónde provenía la orden [para cancelarlo]”.
En una carta publicada en The Moscow Times una semana después, un lector felicitó al rotativo por haber publicado ese artículo “verdaderamente imparcial”, y expresó que “ciertamente merecía la atención de los lectores”. Apuntó: “Su relato de los enormes problemas que afrontaron los testigos de Jehová durante los preparativos para su asamblea anual [puso al descubierto que han recibido] un trato injusto”.
Luego, el escritor de la carta dijo que a los testigos de Jehová “se les conoce bien en el mundo (y ahora también en Rusia) [...]. Se [...] les conoce bien por ser gente agradable, amable y dócil, con quienes es muy fácil tratar; nunca presionan al prójimo y siempre buscan la paz en su relación con los demás, independientemente de sus creencias religiosas... sean cristianos ortodoxos, musulmanes o budistas. No aceptan sobornos, no hay borrachos ni drogadictos entre sus miembros, y la razón es muy sencilla: simplemente tratan de guiarse por sus convicciones basadas en la Biblia en todo lo que hacen o dicen. Si toda la gente intentara al menos vivir en armonía con la Biblia como lo hacen los testigos de Jehová, nuestro mundo cruel sería completamente diferente”.
Las autoridades que han investigado a los testigos de Jehová y que tratan con ellos directamente concuerdan con la descripción anterior. Funcionarios como ellos son los que, por ejemplo, concedieron los permisos necesarios a los Testigos para construir este hermoso nuevo Salón de Asambleas en San Petersburgo (Rusia). El 18 de septiembre pasado, fecha de su dedicación, el salón se llenó con 2.257 observadores gozosos, y otros 2.228 escucharon el programa desde Salones del Reino de San Petersburgo y la sucursal de los testigos de Jehová del cercano Solnechnoye.