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SECCIÓN 4

¿Qué guía nos ha dado Dios?

¿Qué guía nos ha dado Dios?

“Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo.” (ISAÍAS 48:17)

LAS Escrituras son un regalo de Dios. Él inspiró a hombres fieles de la nación de Israel para que pusieran por escrito sus pensamientos. El rey David, quien escribió muchos de los salmos, reconoció: “El espíritu de Jehová fue lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua” (2 Samuel 23:2).

¿Por qué nos ha dado Dios las Escrituras?

Además de explicar nuestra historia y revelar lo que sucederá en el futuro, las Escrituras responden las preguntas más importantes de la vida, entre ellas, por qué estamos aquí y cómo llegar a ser felices. Conocer las respuestas está a nuestro alcance porque el Creador —quien se preocupa por nosotros— las ha revelado en las Escrituras. En ellas se indica lo siguiente respecto a Dios y sus leyes:

  • “Porque Jehová mismo da la sabiduría [...] entenderás justicia y juicio y rectitud, el derrotero entero de lo que es bueno.” (Proverbios 2:6, 9.)

  • “La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto. Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón; el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos.” (Salmo 19:7, 8 [19:8, 9, MK].)

Por lo tanto, Dios nos ha dado las Escrituras principalmente para que podamos tener una vida feliz.

¿Cómo sabemos que nuestros ejemplares de las Escrituras son auténticos?

Los copistas fueron sumamente cuidadosos

Desde tiempos muy antiguos, hombres de fe como Esdras —“un copista hábil en la ley de Moisés”— pusieron gran empeño en conservar el texto de las Escrituras (Esdras 7:6). Los Rollos del mar Muerto son un magnífico ejemplo de que lo lograron. Estos rollos, descubiertos a principios de 1947 en unas cuevas cerca de Qumrán, contienen fragmentos de casi todos los libros de las Escrituras Hebreas. Aunque se escribieron hace más de dos mil años, no difieren mucho entre sí, ni tampoco del texto tradicional hebreo que se utiliza hoy. “Ninguna de estas diferencias altera el mensaje de las Escrituras”, afirma Geza Vermes, especialista en el tema. El que dichos textos se hayan transmitido con tanta exactitud es prueba de que nuestros ejemplares de las Escrituras son una fiel reproducción del original inspirado.

Cueva 4 de Qumrán, donde se encontraron la mayoría de los fragmentos de los Rollos del mar Muerto

¿Se han cumplido las profecías?

Después de que los israelitas entraron en la tierra que Dios les había prometido, Josué les recordó: “Ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado” (Josué 23:14). Esta declaración siempre ha resultado cierta. ¿Por qué? Porque Dios puede hacer que las cosas sucedan de acuerdo con su voluntad. Así que sus profecías se cumplen hasta en el más mínimo detalle.

Babilonia en la actualidad

Por ejemplo, él predijo que la nación de Israel sería liberada del cautiverio en Babilonia y que dicha ciudad quedaría desolada con el tiempo. Isaías escribió: “Babilonia [...] tiene que llegar a ser como cuando Dios derribó a Sodoma y Gomorra. Nunca será habitada” (Isaías 13:19, 20). Cuando se dio esta profecía, Babilonia todavía era una ciudad densamente poblada, y siguió siéndolo hasta el final de la época del segundo templo. No obstante, varios siglos después de que se escribiera el rollo de Isaías descubierto en el mar Muerto, Babilonia se convirtió en lo que es ahora: una ciudad desolada (Isaías 13:21). a

a Hallará más información en las páginas 106 y 107 del libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?, editado por los testigos de Jehová.