Información sobre 2 Corintios
Escritor: Pablo
Dónde se escribió: Macedonia
Cuándo se completó: c. 55 e.c.
Datos interesantes:
Alrededor del año 55 de nuestra era, Pablo escribió la primera carta inspirada a los corintios. Luego envió a Tito a Corinto para que ayudara en la colecta de fondos para los santos de Judea. Probablemente Pablo estaba deseando que Tito le contara cómo habían reaccionado los corintios a su carta (2Co 2:13; 8:1-6; 12:17, 18). Cuando Tito se reunió con él en Macedonia, le dio un buen informe. Esto llenó el corazón del apóstol de amor por los hermanos de Corinto. Así que, unos pocos meses después de haberles escrito su primera carta inspirada, les escribió la segunda (2Co 6:11; 7:5-7). En ella los felicita por haber aceptado los consejos de la carta anterior (2Co 7:8-12).
Pablo trata muchos temas en su segunda carta. Les recuerda a los corintios que Dios consuela a sus siervos (2Co 1:3, 4), los capacita para ser ministros de un nuevo pacto (2Co 2:16, 17; 3:5, 6) y les da el poder que necesitan para realizar su ministerio (2Co 4:1, 7-18). Pablo también destaca que los cristianos verdaderos tienen que mantenerse limpios física, moral y espiritualmente (2Co 7:1) y que Dios los bendice si son generosos (2Co 9:6, 7).
Algo que le preocupa mucho a Pablo y que lo impulsa a escribir de nuevo a los corintios es la presencia de hombres a los que él llama “superapóstoles”, que en realidad son “apóstoles falsos, trabajadores que engañan a otros” (2Co 11:5, 13, 14). Corre peligro la salud espiritual de la relativamente joven congregación de Corinto y se está cuestionando la autoridad de Pablo como apóstol (2Co 12:11, 12). Por eso es tan necesario que les escriba una segunda carta inspirada.
Como en muchas otras de sus cartas, Pablo refuerza sus argumentos usando las Escrituras Hebreas. Por ejemplo, cuando explica en 2Co 6:14-18 cuál ha sido siempre el punto de vista de Dios sobre la pureza espiritual, cita de diferentes versículos o alude a ellos (Le 26:11, 12; 2Sa 7:14; Is 43:6; 52:11; Os 1:10). También usa las Escrituras Hebreas para señalar que los siervos de Dios del pasado le daban mucha importancia a ayudar materialmente a los demás y que a Jehová le agrada que sus siervos sean generosos (Sl 112:9; 2Co 9:9). Además, menciona el principio de la Ley que exigía que todos los asuntos se confirmaran con el testimonio de dos o tres testigos y muestra que ese principio sigue en vigor en la congregación cristiana (Dt 19:15; 2Co 13:1). Estas y otras referencias a las Escrituras Hebreas pueden ayudarnos a entender mejor algunos versículos de 2 Corintios y a saber aplicar los principios en los que se basan.
Al igual que en el caso de 1 Corintios y de las demás cartas de Pablo, no hay ninguna duda de que 2 Corintios es una carta auténtica y forma parte del canon de la Biblia. Ver “Información sobre 1 Corintios”.